Era hermosamente negro y se llamaba Tulio, era el líder de todos mis gatos, al paso de Tulio, los
machos lo seguían, las hembras se le acercaban para hacerle arrumacos y el pasaba con esa estampa entre tierna y altiva, los miraba con una indiferencia que solo el podía tener y seguía su camino. Cuando venía a mi encuentro, se camuflaba con mi cabello, el no era cualquier gato, poseía un magnetismo ...muy particular, todos lo querían imitar. Casi siempre lo extraño, me parece verlo por delante, por detrás, pero es inútil ¡el tenía grandes aspiraciones! Siempre miraba hacia lo mas alto, ¡tan alto miraba Tulio que un día desapareció para no volverlo a ver nunca mas!
A veces en mi jardín cierro los ojos, parece que estuviera otra vez en mi cabellera negra, negra como su pelaje y llena de sueños como los suyos. Si algún día lo encuentro habré llegado muy alto, tan alto como sus sueños y los míos.
E-F.C
Todos los Derechos Reservados ©
Cuadro de Elena Kotliarke
A veces en mi jardín cierro los ojos, parece que estuviera otra vez en mi cabellera negra, negra como su pelaje y llena de sueños como los suyos. Si algún día lo encuentro habré llegado muy alto, tan alto como sus sueños y los míos.
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