Luna creciente en tu desafío
sereno encanto me vas a mostrar,
sublime magia que quita el hastío
y sana mi herida con agua de mar.
Celoso el cielo se siente vacío,
inquietas estrellas van a iluminar
a esa espera danzante del río
que a tu silueta la va a reflejar.
Sutil te entregas en tu recorrido
siguiendo el camino ya muestras tu faz,
que me revela mi lado instintivo
de mi silencio y me obliga a soñar
Estoy sola y se escucha un gemido,
presiento, segura, que me vas a hablar,
entonces sentencias así mi destino
y mirando la noche me puse a llorar...
Edith Fernández Caruso©
Poema publicado en La Antología del Silencio
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